Coquetear con otras personas podría ser bueno para tu relación

Identifica qué tipo de coqueteo necesitas para conquistar a quien quieras. Como en muchos otros aspectos de la vida, el ser humano se ha encargado de complicar el cortejo hasta el grado de volverlo imposible. Algunas especies del reino animal se atraen por el color de las plumas, otros seducen a través del baile y la emisión de sonidos. Pero sí se vale de algunos otros recursos que incluso tienen que ver con el tono de su voz, la posición de sus manos y pies, la compostura de su pecho y espalda, entre otras características.

Porque la buena gestión de emociones nos puede enseñar no solo a saber poner límites entre lo personal y lo profesional, sino también a cómo mejorar las relaciones interpersonales en el trabajo, así impulsar la productividad y a crear un mejor clima laboral. Las relaciones sentimentales en el trabajo pueden comprometer la ética y el profesionalismo de las personas y por eso suelen manejarse con bastante discreción. Pueden darse en dos direcciones: de manera horizontal, con un compañero; o de manera vertical, con un superior. De los dos tipos de relaciones amorosas en el trabajo, esta suele ser la menos complicada porque es entre dos personas que tienen la misma jerarquía en la organización. Si ya es difícil saber cómo llevar una relación en el trabajo, la cuestión se complica cuando uno de los dos miembros de la pareja es jefe y la razón es sencilla: se puede generar un conflicto de interés que afecte a la compañía ya que puede haber una falta de objetividad al haber una dependencia de cargo. Aunque jurídicamente no hay un código del trabajo para las relaciones amorosas, cada empresario puede tomar las medidas necesarias que crea convenientes para mantener el buen clima organizacional. Lo mejor es siempre hablar de frente, pero en especial, brindarle a los empleados las herramientas emocionales que requieren para que manejen sus emociones con prudencia y así evitar problemas ante posibles relaciones amorosas en el trabajo, ya que pueden.

Conozca cinco mitos sobre esta afirmación. Si pensaba que por tener una argolla de matrimonio en su mano derecha usted estaba fuera del mercado de las mujeres deseadas por los hombres, se equivoca. Por encima de las solteras y las divorciadas, los hombres con un promedio de edad de 39 años prefirieron tener una aventura con una mujer casada.

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